Es evidente que la función básica de un toldo es la de dar sombra, una acción que puede parecer sencilla pero que en realidad es más compleja de lo que aparenta.
Una protección solar eficaz sólo se consigue eligiendo el sistema adecuado para cada lugar de instalación. Estudios contrastados han demostrado las ventajas de la utilización adecuada de un toldo:
1.La radiación de energía solar térmica que llega al interior de nuestra vivienda disminuye hasta en un 80%.
2. Evitamos el consumo desmesurado de climatizadores, proporcionando un importante ahorro energético y económico. Si lo pensamos bien, esto puede suponer, a medio o largo plazo, una manera de “autoamortización” del toldo.
3. Además de favorecer a nuestra economía, la utilización de un toldo es una acción completamente ecológica, ya que reducimos las emisiones de CO2 al utilizar de manera más racional los aparatos de climatización.